Dispuestos a dejar sus huellas, nuestro planeta es visitado por bellos seres
que darán vida a una nueva humanidad
Las
puertas de entrada y de salida no descansan. El tráfico es incesante. Intenso.
Miles de almas llegan a la Tierra a cada instante para vivir una experiencia
física. Otras tantas se van con sus lecciones aprendidas. Todavía no partí, por
eso quiero hacer un alto en mi camino y hablarte a
vos, inigualable ser, que acabás de llegar con tu inmaculado traje de inocencia
a disfrutar del juego de la vida. Sé que me estás escuchando. Agradezco la
belleza de tu silencio. No te preocupes por los murmullos de fondo, son los
comentarios de los insensibles que descreen que nos estemos
comunicando.
Antes que nada, quiero darte las gracias por venir. Tu
presencia alimenta la esperanza de que el cambio es posible. Siento tu vibración
cristalina. Los latidos de tu tierno corazón no mienten, una nueva realidad se
está gestando. Ruego porque nuestras sofocantes estructuras sociales no
marchiten tus sueños y seamos capaces de ayudarte a volar para que nos
transportes hacia una dimensión más pura, en donde la humanidad, toda, celebre y
honre la vida.
Sé que si te ayudo, contándote parte de la trama del juego
de la vida, también me estoy ayudando porque vos y yo somos uno, aunque el velo
de la ilusión intente hacerme creer lo contrario. Antes de seguir hablando, te
pido que recuerdes que lo que voy a decirte lleva la carga de mi subjetividad,
de mis condicionamientos y limitaciones, por eso quiero que tomes este mensaje
como una simple referencia y no como una verdad incuestionable.
El juego
consiste en recuperar la inocencia y conectar con nuestra esencia interior para
seguir evolucionando. Ahora te parece sencillo, sin embargo, a medida que pasen
los días, la sociedad se encargará de adormecerte para que seas funcional a sus
intereses y creas que lo real es lo que sucede fuera. No te rías. Lo digo en
serio. La gran mayoría cree que únicamente lo exterior importa, y como le temen
a la muerte –porque desconocen que es un proceso de cambio- prefieren ignorarla
y hacer de cuenta que vivirán para siempre. Te mirarán raro si les preguntás por
qué no aprovechan la estadía, siendo el juego tan breve. Vivir 90 años implica
jugar sólo 32.850 días. Demasiado poco para desaprovecharlo, ¿no?
Quiero
pedirte que, pase lo que pase, no traiciones tu misión de vida. Las pruebas
están dispuestas para ayudarte a crecer. Dar pasos en el vacío, siguiendo los
dictados de tu conciencia, te ayudará a fortalecer la confianza en vos. Siempre
que puedas optá por el conocimiento vivencial. El conocimiento intelectual es
limitado, sirve como marco de referencia pero no te transforma. Abrite a las
vivencias, son maestras mutidimensionales que te darán las claves para que
recorras tu camino sabiamente.
Aunque te cueste, siempre dá lo mejor de
vos sin esperar recompensas, porque no todos piensan igual. No descuides tus
dones. Potenciá tus talentos. Tu singularidad le aportará a la vida un caudal de
inigualable belleza si ponés conciencia en tus actos y sos fiel a tu guía
interna. Nunca dudes en hacerle caso a lo que afluya desde tu corazón, sobre
todo cuando el caos se adueñe del campo de juego, porque esa es tu verdadera
brújula.
Si dejás que los deseos programen tus días estarás corriendo
detrás de ilusiones que sólo conducen al descontento. Aprendé a disfrutar cada
instante. Conectá con el aquí y ahora. El futuro es una proyección de la mente y
el pasado tiene vida sólo si ponés tu energía al servicio de los recuerdos.
Aprovechá tu tiempo. No olvides que todo pasará. No te aferres a nada. Fluí con
la existencia. Sentirás la esencia de la libertad elevándote sobre la
mediocridad de quienes viven mecánicamente.
Nunca dejes oxidar tu
capacidad de sorprenderte. Escuchá a todos con atención, pero no colecciones
verdades prestadas. Buscá siempre tu propia verdad, para que tu mente, cuerpo y
espíritu se expresen de manera unificada y no permanezcas dividido. Esa división
es la que hará de tu vida un infierno. También tené presente que tus días serán
opacos si dejás que la mente sea el amo de tus acciones, porque no serás capaz
de sentir.
Puede que ahora te cueste entenderlo, pero perderás la
inocencia para volver a recuperarla. Aprenderás para luego desaprender. Te
llenarás para luego vaciarte. Te caerás, pero sabrás levantarte con las
lecciones aprendidas. Muchos caminos aguardan tus huellas. Quiera la vida que
los padres que elegiste te sepan guiar, te sepan respetar y te sepan amar por
sobre todas las cosas.
Este mensaje finaliza. Cada uno seguirá su rumbo.
Tal vez nunca volvamos a encontrarnos. No importa. Estoy agradecido de contar
con tu presencia. La Tierra acaba de recibir a otro hermoso ser que viene a
transformar el juego de la vida. Alzo mi copa, hermano. Celebro tu
existencia.
—Tu Ser Interior
No hay comentarios:
Publicar un comentario