miércoles, 24 de abril de 2013

Ver, contemplar, existir...

FRAGANCIA ÍNTIMA DEL SER
 
Ver, contemplar, existir en la verdad más sencilla y natural, ese es el ritmo del espíritu sincero, aquel que permanece idéntico a lo que es, a la inabordable expresión de su creatividad sin límites. Identificarse ...con la mente, con los objetos, con el sujeto, supone dividir, reducir el cerco, mientras que soltar toda identificación, descansar en paz sólo siendo, nos hermana con la conciencia, con aquello despegado de la mente que se muestra espontáneo en el sentir, en la sensación de ser, en la fragancia de lo absoluto tocando lo más intimo, la fibra interna, el corazón, el aire respirado y el susurro de su ritmo, aquel que expresa silencioso el "yo soy" ilimitado, natural, constante y eterno. Ser ahí, en el amor del ser, en la unidad de su conciencia, es conocerse, penetrar el orbe de sus misterios, ubicarse en lo que no tiene lugar, antes de todo principio, antes de todo surgir y de toda continuidad. Inmutable y autoluminoso es el estado sin estado de lo real, aquello que eres, que no has de buscar, que ya está en ti, que realizas en la conciencia absoluta del amor, en la unión verdadera que es luz del Corazón.
 
 
Libro :La luz de la conciencia

lunes, 8 de abril de 2013


EL AMOR


Confinar el amor a lo que queda dentro de las fronteras no es amar. 
Confinar el amor es poseer y poseer es destruir. 
Así es como, en nombre del amor, destruimos a los demás 
y dejamos insatisfecho nuestro corazón.
Poseemos a los demás porque tememos perderlos, 
pero en realidad no hay otros, 
sino meras imágenes a las que nos aferramos. 
Pero el amor es la muerte de la imagen 
y, con ella, tu muerte 
y también la mía.
Tú y yo nos disolvemos el uno en el otro 
y nos convertimos en lo que ya somos, 
es decir, todo.
Sólo entonces vemos realmente a quien está frente a nosotros. 
Sólo entonces realmente te veo.
Amar de forma completa e incondicional 
es amar más allá de toda noción de correcto o equivocado, 
de bien o de mal, de esto o de aquello 
y de ti o de mí. 
Amar de verdad es amar sin restricciones,
sin limitación temporal 
y, en última instancia, 
sin miedo.
Amar plenamente es morir.
Quizá entonces, en el amor, 
Dios me verá con sus ojos y todo desaparecerá. 
Entonces sus ojos serán los míos, su boca será la mía, 
y el cuerpo se disolverá en el espacio inmenso 
y abierto que nos engloba a todos. 
Sin ojos, sin orejas, sin lengua, sin nariz y sin garganta. 
Nada. 
Finalmente nada.
Quizás entonces nos atrevamos a llamarlo "amor".
Jeff Foster
Extracto de: Más Allá Del Despertar